Existen tres materiales principales para la fabricación de las mamparas de baño. Cada uno de ellos tiene ventajas e inconvenientes que el usuario debe valorar según sus necesidades. Estas materias primas son el metacrilato, el vidrio templado y el acero inoxidable. Solemos buscar el equilibrio adecuado entre economía y durabilidad, pero para conseguir el punto justo atenderemos a distintos factores de cada uno de los materiales:
- Las mamparas de vidrio templado presentan el único peligro de que el cristal se rompe en añicos y hay que tener cuidado con estos restos en una zona en la que se suele pisar descalzo. Esta rotura, sin embargo, es mucho más segura al ser un material más denso y compacto que el cristal normal, lo que evita dejar zonas punzantes que puedan cortarnos. Su superficie lisa permite una mejor limpieza con fácil eliminación de los restos de cal y las marcas de agua. Al ser rígidas hace posible una cómoda limpieza ya que podemos aplicar más presión sin temor a una rotura. El vidrio da una sensación de mayor amplitud y claridad en las vistas, resultando muy modernas y compatibles con la estética de los baños actuales. Estas ventajas no resultan más caras por lo que su elección no supondrá un sobrecoste.
- En cuanto al metacrilato cuenta con una capacidad de adaptabilidad muy alta por lo que es uno de los elementos más demandados. Además de ello presenta una gran ligereza y resistencia, lo que le hace idóneo para baños con usuarios menores o mayores, que tendrán que realizar menos esfuerzo para moverlo, presentando un alto grado de seguridad. No es habitual que se rompan, pero si hay un destrozo, al contrario que sucede con el cristal, que se hace añicos, el metacrilato se convierte en un saliente peligroso y afilado que puede resultar muy peligroso y proclive al accidente. Este tipo de material disimula eficazmente la suciedad y los restos de gotas de agua. Para ello son idóneas las gotas simuladas en bajorrelieve de este tipo de mamparas. Pero una vez llega a ella la cal, ésta es más difícil de eliminar por la flexibilidad del material que complica una limpieza.
- Las mamparas fabricadas en acero inoxidable no poseen las ventajas de las acrílicas en los aspectos de limpieza y flexibilidad, ni resultan estéticamente modernas, pero vamos a encontrar en ellas ventajas que las hacen interesantes a la hora de tu elección. Su alta resistencia al agua, la humedad y el paso del tiempo hará que tu inversión sea muy rentable gracias a la vida útil que presentan, muy elevada.
Por último, ten en cuenta en tu elección que este tipo de mamparas debe presentar un grosor superior a los 4 milímetros para que nos garantice una seguridad óptima que no ponga en peligro el baño diario. No olvides asegurarte de que los rodamientos sean de calidad o acabarás con las puertas de la mampara atascadas y un problema a la hora de usarlas. Ten cuidado con los perfiles ya que son un elemento que puede deteriorarse con el paso del tiempo. Los perfilados idóneos son los de cromo, aluminio o lacados, que resisten valientemente la oxidación y tienen una resistencia y durabilidad que harán más rentable tu inversión.
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