Ser consciente de lo importante que es el reciclaje para el planeta nos hace darnos cuenta de lo importante que es cuidar el lugar donde vivimos y del lugar que queremos dejar para las generaciones futuras. El reciclaje de aluminio es uno de los más importantes, ya que con el evitamos el gasto energético que supone fabricar aluminio desde 0. Para reciclarlo, basta con fundir el aluminio y volver a darle forma, un procedimiento que cuesta mucho menos dinero y energía que el proceso original.
El proceso de reciclaje del aluminio solo emplea un 5% de la energía que se consume en la producción del metal virgen, de ahí que se haga desde el siglo XX.
¿Cuál es el proceso para reciclar el aluminio?
El proceso de reciclado de aluminio es el siguiente:
- Primero se separan de otros residuos, normalmente gracias a un imán gigante.
- Después se cortan en fragmentos más pequeños e iguales para facilitar el resto del proceso, al tiempo que se limpian estos fragmentos para eliminar todos los restos de lo que anteriormente contenían.
- Los pequeños fragmentos se convierten después en grandes bloques para minimizar la oxidación a la hora de fundirlo. La superficie del aluminio se oxida instantáneamente cuando se expone al oxígeno, lo que obliga a buscar soluciones.
- En el siguiente paso se funden los bloques en hornos que rondan los 750 grados centígrados.
- Después, se retira la escoria y el hidrógeno disuelto y se desgasifica. El aluminio fundido disocia rápidamente el hidrógeno del vapor de agua y de los contaminantes hidrocarbonados.
- El aluminio fundido puede moldearse en distintas formas finales como lingotes o barras.
Así es como se completa un proceso que ayuda al medioambiente a estar más limpio y menos contaminado. Con un pequeño gesto, podemos contribuir a cuidar el planeta.
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